Mientras caminamos en las concurridas calles de Lima, nos hemos dispuesto a pensar con detenimiento por qué es tan importante que el Estado, hoy por hoy, brinde a los ciudadanos un excelente servicio de atención, ¿Sí lo has hecho? ¡Qué bien! porque la atención ciudadana es vital dentro de cualquier proceso de gestión.
¿Qué es la atención ciudadana? La atención ciudadana es el servicio que prestan los funcionarios que trabajan en cualquier entidad del Estado, lo que nos representa como verdaderos clientes del sector sector público, los que pagan impuestos, los que están atentos a lo que se gestiona públicamente y que sus gobernantes estén ejerciendo sus labores de una manera oportuna, efectiva y transparente.
Atención ciudadana de hoy
Desde el año 2017, el Estado peruano comenzó con la implementación de políticas modernizadas de la manera en la que debía gestionar mejor las estrategias implementadas en la atención ciudadana, lo que hizo suponer que comenzaría una nueva política en este sentido, de modo que todo el proceso quedase empañado de una buena relación con el cliente principal, el ciudadano; todo ello en pro de desarrollar satisfactoriamente todos los proyectos.
Todo inicia con el lema del «Buen servicio al ciudadano» y la modernización de la gestión pública. Son estas las premisas para que comiencen los cambios en cualquiera de los procesos; es el compromiso que el Estado, en su afán por mostrarse modernizado, le quiere conferir a sus ciudadanos.
El arraigo a las viejas políticas no dejó entrever los cambios, pero luego de incrementar en 2018 cada una de las fuerzas y la verdadera implementación en la minimización de procesos, volviéndolos más simples, por medio del Servir, entonces ahora sí dejarían palpar a un Estado más fuerte.
Mientras el Estado se aboca a los primeros emprendimientos de la atención ciudadana, se comenzaría a gestar la nueva época de las mafias dentro del ámbito político. Lo que hizo que en lo posterior se reforzaran todos y cada uno de los aspectos de inversión pública, mostrando entonces a los ciudadanos la absoluta transparencia a la que se han dispuesto las entidades.
Se reformaron de una manera más rápida las versiones tecnológicas del Sistema de Contrataciones del Estado, los proyectos próximos y por supuesto una rendición de cuentas que estaba avalada en programas informáticos.
Todo sigue en plena mejora.
Hoy por hoy el ciudadano común peruano exige una mejor política pública, menos burocracia, más transparencia y una rendición de cuentas por parte de los funcionarios encargados.
Y el Estado, en la búsqueda de brindar procesos óptimos, entonces le dejarían al ciudadano un mejor trato, procurado por una educación de sus propios funcionarios, promoviendo la meritocracia y dejando atrás los viejos modelos.
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