La pandemia generada por el Covid – 19 no solo ha desequilibrado y puesto en riesgo la salud de los seres humanos; también se ha convertido en una amenaza para la estabilidad económica mundial. Por lo que, las naciones han tenido que reinventarse e ingeniárselas para mantenerse a flote. Sobre ello, el trabajo remoto y teletrabajo: repuntan como las modalidades laborales actuales.
Para cualquier país, el paralizar bruscamente las actividades económicas, constituye un grave declive para el sector productivo, comercial y financiero en general. Es por ello, la importancia de generar y/u optimizar las metodologías de gestión, a fin de garantizar el funcionamiento y continuidad de las empresas.
En medio de este panorama, el trabajo remoto y el teletrabajo representan las alternativas más viables para mantener gran parte de la operatividad en los sectores económicos del Perú.
Implican nuevos retos, dificultades y adaptarse a nuevas condiciones; pero también genera grandes oportunidades de crecimiento y ventajas productivas, tanto para los empleados como para los empleadores.
Asimismo, el trabajar remotamente y con teletrabajo, viene desencadenando distintos cambios en el funcionamiento de muchas corporaciones, especialmente en aquellas que no tenían experiencia previa sobre la gestión virtual.
Aunado a ello, en cuanto a la organización y calidad, es posible contar con nuevos elementos y condiciones que van modificando de alguna manera u otra, el ejercicio habitual corporativo, como las variables internas (fortalezas y debilidades), y las variables externas (oportunidades y amenazas), que posee la empresa.
De igual forma, la calidad en las empresas también desarrolla cambios.
Desde los procesos, puestos de trabajo, asignación de tareas, exigencias de adaptación, mejora de habilidades, nuevos aprendizajes y experiencias en el ámbito virtual y tecnológico.
Consiguiendo así, mayor efectividad y continuidad, con el trabajo remoto y el teletrabajo, apoyados completamente de la tecnología.
Algunas ventajas de estas metodologías
- Menos riesgos de contagios tanto para los trabajadores como para los empleadores.
- Rendimiento laboral más óptimo y productivo.
- Ahorro de tiempo y gastos de transporte diario.
- Flexibilización del tiempo en la jornada laboral.
- Menos riesgos de contagios.
- Menor costo por mantenimiento de oficinas.
- Generación de autoempleo e integración en comunidades virtuales.
- Trabajo colaborativo entre el equipo de trabajo.
Aspectos legales a considerar
En el Perú, tras la emisión del Decreto de Urgencia 026-2020-PCM se estableció el aislamiento social obligatorio por emergencia sanitaria; disponiendo de esta forma, la ejecución del trabajo remoto (Resolución Ministerial 072 – 2020 TR); a fin de evitar el aumento de riesgos de contagios.
De acuerdo a esta normativa, el trabajo remoto representa la prestación de servicios subordinada del trabajador desde su domicilio; que permita continuar realizando sus funciones y responsabilidades laborales siempre que la naturaleza del trabajo lo admita.
Por su parte, el teletrabajo es una modalidad laboral ya existente antes de la pandemia, regida por su base legal Ley 30036, denominada “Ley que regula el Teletrabajo”.
Dicho reglamento fue aprobado mediante el Decreto Supremo 017-2015-TR.
Posterior a ello, como mecanismo de apoyo, se emitió la Resolución Ministerial 055-2020-TR, en el que se aprobó la Guía para la prevención del Coronavirus en el ámbito laboral.