¿Por qué es tan importante conservar la ética y llevarla a la evolución de la ética social laboral? ¿Cómo sabemos que estamos siendo éticos dentro de nuestro entorno? Lo primero que debes saber es que tener ética social no posee un manual específico de cómo lograrlo, sobre todo cuando se trata de la labor de un servidor público.
Es importante tener ética personal, pero es aún más importante que la llevemos a un apartado de ética social, porque vivimos en sociedad, y como servidores públicos, hacer uso de la moral y los buenos valores, no debe ser cosa de otro mundo, sino más bien parte de sí mismo para poder ser parte de la administración pública.
Pero… ¿qué es la ética y de dónde proviene?
La ética es el conjunto de normas y principios morales de la vida que posee un individuo por sí mismo. Le compete un enorme potencial a todo individuo, y aunque todos la poseen en cualquiera de sus escalas, es de esta manera que podemos vivir en la sociedad y convivir con los nuestros.
Entonces, cuando nuestros valores familiares, creencias religiosas, la moral y la integridad misma nos ponen una barrera para desarrollar cualquier acción, porque lo vemos «mal», entonces estamos haciendo uso de la ética social.
Hemos entendido a lo largo de los años que necesitamos dentro de nuestra administración pública a personas que, aunque sean profesionales, también recurran a la ética en todo momento, porque es este «código» el que hará que los funcionarios públicos se mantengan brindando lo mejor de sí para las entidades y para los ciudadanos, como parte del resultado final.
Actualmente, como conocemos, en todo el Perú se han estado reforzando los esquemas para hacer que la ética prevalezca en el sistema público, ya que si accedemos a la ética social es imposible que exista la corrupción, y por supuesto el aprovechamiento de los recursos del Estado será aún mayor.
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