¿Te has preguntado de qué va la procrastinación? y ¿por qué resulta ser tan común para nosotros?
La procrastinación es definida por los arquitectos de la organización del tiempo como la forma más común de perder el tiempo, realizando la postergación de actividades o tareas previstas para culminar en un determinado momento.
Lo más probable es que una situación se te venga a la mente cuando te hablamos de este tipo de conceptos, pero pongamos un ejemplo laboral muy común: cuando estamos en la oficina y tenemos conocimiento de la realización de fotocopias de un folleto que debe ser entregado a un cliente en un aproximado de dos días; sin embargo, pese a que puede existir un pequeño espacio de minutos para hacer la tarea, pues preferimos buscar excusas para no hacerlo sino hasta el mismo día.
Es una circunstancia similar a la frase de esa persona que «deja todo para última hora», sintonizando un «no he tenido tiempo», «tenía que hacer algo más primero», «eso lo hago en cinco minutos», entre otras excusas que nos ponemos de frente para no hacer las labores en el momento.
Pero nadie está exento de esto, de hecho un gran porcentaje del estrés en los empleados de una determinada organización está relacionado con dejar determinadas tareas «para última hora», por lo que se realizan diferentes capacitaciones, sobre todo para secretarias, para poder organizar el tiempo y poder ejecutar las labores de una manera responsable y óptima.
Es por que en este post, te hemos reunido algunos de los tips más relevantes que te podrían ayudar a no perder tiempo dentro de la oficina:
Delimitar objetivos:
Cuando te decimos que debes delimitar los objetivos es porque muchas veces nos proponemos metas semanales, algunas personas hasta diarias, pero es conveniente fijarse metas por horas y reunir de una manera sintetizada la cantidad de tareas que hacemos o que pensamos hacer en el día, no sin antes ser realistas y tampoco crear una lista interminable.
Pensar y hacer:
Normalmente aquí podríamos acudir a la técnica de los dos minutos. Es decir, pensar en una de las tareas que no nos toma mucho tiempo y pautarla para hacerla, pues por lo general estos dos minutos pueden extenderse hasta unos 5 u 8 minutos. Sobre todo si llevamos a cabo un proceso de sinapsis para posteriormente hacer las tareas.
Establecer hábitos:
Tal vez es uno de los consejos más acertados, pues no existe un método más efectivo que realizar rutinas para evitar la procrastinación. Las rutinas se traducen en hábitos, por lo que el cerebro ya se encontraría «codificado» para efectuar determinadas actividades cuando se deba.
Congelar el tiempo:
Cuando hablamos de congelar el tiempo nos referimos a que sencillamente tenemos que quedarnos sin hacer nada, es decir, si tenemos una tarea pautado para algún momento del día, pero le damos largas, entonces es momento de no hacer nada: no tocar el celular, no revisar las redes sociales, no limpiar, etc, hasta que en un momento determinado podamos efectuar lo planeado.
Existen algunas otras prácticas que nos podrán permitir avanzar y eliminar la procrastinación, pero realmente dejar de postergar las tareas del trabajo o de tu vida persona se traducen a una cuestión de decisión propia.
En nuestros programas de capacitación para secretarias puedes encontrar este tipo de temáticas, de igual manera, puedes informarte haciendo clic aquí.